Los años de pandemia nos han robado muchas cosas, pero no el tiempo ni las ganas de disfrutar. Sallent de Gállego fue testigo de ello en el primero de sus 21 días de festival.
Los artesanos ponían fin a sus últimos preparativos a primera hora de la mañana para que todo estuviese perfecto en la apertura del mercado multicultural de El Mundo en Sallent Festival. Algunos madrugadores, paseaban impacientes por la calle del Puente Romano anticipándose a lo que por fin veríamos en unas horas: decenas de puestos y, con ellos, productos de todo tipo.
Poco a poco, las calles del pueblo comenzaron a tomar vida y a traer a los primeros curiosos hasta la zona 0 del festival.
Los vermouths, el picoteo y las compras de artesanía se fueron sucediendo hasta que por fin llegó la primera actuación de todo El Mundo en Sallent de Gállego. A las 20:00, Chispandora fue la encargada de contar algunos ‘Cuentos con Sabor a Luna’, porque la Luna sabe a nata, a queso con agujeros, a chocolate blanco, pero también a historias.


Con un público de lo más entregado, pudimos conocer a un fantasma un poco atípico y a más personajes con los que los niños y mayores pudieron incluso interactuar.
Desde la Plaza del Mentidero al escenario de Sallent: los que no querían perderse nada recorrieron ese camino en tiempo récord para llegar a tiempo al concierto inaugural. Bigott puso ritmo a las primeras horas del evento y el público lo arropó.
Su sonido particular y su especial dicción al cantar fueron la combinación perfecta para hacer bailar a grandes y pequeños a los pies del escenario.
Solo ha comenzado y El Mundo en Sallent Festival ya nos ha dejado con muchas ganas de más.